«¡Que a quien le daña el saber,
homicida es de sí mismo!»
Aunque esta es… pues eso:
«Con cada vez que te veo
nueva admiración me das,
y cuando te miro más,
aún más mirarte deseo.
Ojos hidrópicos creo
que mis ojos deben ser,
pues cuando es muerte el beber
beben más, y desta suerte,
viendo que el ver me da muerte
estoy muriendo por ver.
Pero véate yo y muera,
que no sé, rendido ya,
si el verte muerte me da,
el no verte qué me diera.
Fuera más que muerte fiera,
ira, rabia y dolor fuerte;
fuera muerte, desta suerte
su rigor he ponderado,
pues dar vida a un desdichado
es dar a un dichoso muerte»
Nº de páginas: 207
Editorial: CÁTEDRA – Letras Hispánicas
Idioma: CASTELLANO – Edición de Ciriaco Morón