He disfrutado mucho asomándome a la vida de Carlos Boyero. Ya me interesó en su momento el documental y este libro en el que repasa su vida es otra prueba más de lo interesante que resulta el personaje. Momento muy jodidos cuando se habla de la soledad. Escrito desde la sinceridad y sin ningún filtro. Muy recomendable.
«La revelación del temor da ideas a quien atemoriza o a quien puede hacerlo, la prevención ante lo que no ha pasado atrae el suceso, las sospechas deciden lo que aún estaba irresuelto y lo ponen en marcha, la aprensión y la expectativa obligan a llenar las concavidades que crean y van ahondando, algo tiene que ocurrir si queremos que se disipe el miedo, y lo mejor es darle su cumplimiento»
«Y ENTONCES PERDÍ EL control. Empecé a dormir de día y a escribir de noche. El siguiente paso fue desconfiar de la escritura. Me pasaba horas encerrado en la habitación que usábamos de despacho, y que estaba destinada a ser la de nuestro hijo, sentado delante del ordenador sin escribir una palabra. ¿Qué sentido tenía pasarme la madrugada bebiendo agua con gas y fumando un cigarrillo tras otro mientras María y el bebé que crecía en su vientre estaban durmiendo solos en otra habitación? ¿Por qué sigo pensando que escribir me ayudará a vivir mejor si está claro que para vivir mejor lo único que tengo que hacer es dejar de escribir y decirle a mi hermana mediana que me consiga una entrevista con sus jefes?»
«Tomás lleva así casi dos años. Metiéndose en la cama, obligándose a cerrar los ojos, tratando de relajarse, de acompasar la respiración, de no pensar en nada. La mente en blanco, en blanco. Mirar de reojo el despertador de la mesilla, 9.23. Volver a cerrar los ojos escuchando los ruidos de la casa, los sonidos de la mañana, el tráfico, las bocinas, el teléfono que suena y que con urgencia es descolgado por Sara, que habla en voz baja: «Sí, está durmiendo, luego le digo que lo has llamado», relajándose, la respiración, el reloj, las 10.30; sentir, por fin, cómo le vence el sueño, y soñar algo que no recuerda o que prefiere haber olvidado al despertar, un tanto desorientado, con la vana esperanza de haber dormido por fin…»
Insomnio de Daniel Martín Serrano, arranca con una mentira, y continúa tejiendo su historia a través de una estructura que nos lleva a dos tiempos: el pasado policial de su protagonsita el inspector Tomás Abad mientras persigue por las calles de Madrid al asesino en serie que ha decapitado a cinco mujeres… y a la actualidad, donde el propio Tomás Abad, dos años después, intenta «sobrevivir» a sus propios fantasmas y a aquel caso que parecía cerrado, pero que ha dejado aún muchas heridas por el camino.
Un thriller trepidante y emocionante que tiene como protagonista no solo a Tomás Abad, sino a un Madrid desconocido, El Madrid del cementerio de la Almudena, de los parkings subterráneos con olor a tubo de escape, de la Gran Vía al amanecer, de comisarías oscuras y pasillos ministeriales…
Un Madrid con demasiadas mentiras donde la verdad nunca es lo que parece.
«Ya que estoy dialogando con mi alma y nada ha de ocultarse, la verdad es que en lo cordial de mi saludo entró por mucho la favorable impresión que me causaron las prendas personales del andaluz. Señor, ¿por qué no han de tener las mujeres derecho para encontrar guapos a los hombres que lo sean, y por qué ha de mirarse mal que lo manifiesten (aunque para manifestarlo dijesen tantas majaderías como los chulos del café Suizo)? Si no lo decimos, lo pensamos, y no hay nada más peligroso que lo reprimido y oculto, lo que se queda dentro…»