Cosas que leo #36:

    Esculpir en el tiempo, Andrei Tarkovski

    «Por cierto que mi experiencia de entonces probó, una vez más, la imposibilidad de aprender en una universidad cómo se llega a ser un artista. Porque para ser un artista no basta con aprender algo, con llegar a dominar unas técnicas profesionales, unos procedimientos. Aún se puede ir más lejos: para escribir bien —como dijo alguien— hay que olvidar la gramática.

    Si alguien intenta llegar a ser director de cine, está arriesgando su vida entera, y él es el único responsable de ese riesgo. Por ello, sólo una persona madura debería asumir conscientemente ese riesgo. El gran colectivo de pedagogos que «forma» a los futuros artistas no piede ser hecho responsable de que todos los años sacrifique inútilmente a un inféliz sin suerte, que muchas veces llega a la cinematografía directamente desde el colegio. Al seleccionar a sus estudiantes, los centros de formación de carreras artísticas no deberían proceder solo por criterios pragmáticos, pues a menudo pueden surgir también problemas morales. Se ve esto en el hecho de que aproximadamente un ochenta por ciento de los que terminan su formación como directores de cine o como actores van a engrosar las filas de unos profesionales incapaces que durante toda su vida vagarán inútilmente por los ambientes cinematográficos. La inmensa mayoría de ellos nunca tendrá fuerzas para abandonar el cine y dedicarse a otra profesión. Pues para alguien que ha superado nada menos que cinco años de estudios de cine resulta tremendamente difícil despedirse de las ilusiones que tuvo…»

    Nº de páginas: 274

    Editorial: RIALP – LIBROS DE CINE

    Traducción: ENRIQUE BANÚS IRUSTA / J.M. GOROSTIDI

    Idioma: CASTELLANO


    Cosas que leo #35:

    El último torero, Joaquín Pérez Ordóñez

    «Todo esto sucedió hace mucho tiempo. En otro país, en otro mundo Un mundo y un país que ya no existen.Y si no sucedió, sucederá muy pronto. O tal vez esté sucediendo en este preciso momento, ante nuestros ojos, y apenas sepamos verlo…»

    Así arranca esta novela. «El último torero», cuya semilla plantamos hace algunos años Joaquín (se me permita llamarle por su nombre de pila por nuestra gran amistad) y un servidor en forma de idea para un posible largometraje. No ha podido ser, al menos de momento, y le doy gracias por haber convertido todas aquellas líneas y diálogos en soberbia novela. Parafraseando a algún conocido que habla del «guion cinematográfico» como una «forma bastarda» de literatura, Joaquín ha conseguido dar vida al universo de Marcial Durán, protagonista de esta historia, hombre de resistencia, férreas convicciones y acólito de un arte en decadencia. De un ARTE, para él en mayúsculas, al que no dudará en aferrarse hasta sus últimos estertores que languidecen a la otra orilla de la legalidad; en la prohibición de un mundo a punto de extinguirse y del que Marcial, cada vez más consciente, ya no le pertence.

    Leedla.

    Nº de páginas: 398

    Editorial: SAMARCANDA

    Idioma: CASTELLANO


    Cosas que leo #34:

    Feria, Ana Iris Simón

    «Una vez agachada la Ana Mari me cogió de las manos y me di cuenta de que se le habían hecho unos pliegues en las medias, por detrás de las rodillas, y se le habían salido un poco los zapatos de los talones. mi padre la cogió a ella de los hombros y me dijo que el hermanito no iba a llegar. Que se había muerto. Aquella tarde, la tarde en la que me anunciaron que solo habría hermanito en mis dibujos me la pasé entera preguntándole a mi padre por qué. Sabía que la Ana Mari no podía, no debía preguntarle, porque también eso es ser niño: inturi cuando algo malo pasa, que algo malo pasa…»

    Nº de páginas: 232

    Editorial: CÍRCULO DE TIZA

    Idioma: CASTELLANO


    Cosas que leo #33:

    Hamlet, William Shakespeare

    «ROSENCRANTZ: ¿Qué habéis hecho, milord, del cuerpo muerto?
    HAMLET: Mezclarlo con el polvo, con el que estaba emparentado.
    ROSENCRANTZ: Decidnos dónde está para que lo llevemos desde allá a la capilla.
    HAMLET: No lo creáis.
    ROSENCRANTZ: ¿Creer qué?
    HAMLET: Que pueda seguir vuestro consejo y no el mío. Además. si le hace preguntas una esponja, ¿qué respuesta puede dar el hijo de un rey?
    ROSENCRANTZ: ¿Me tomáis por una esponja, milord?
    HAMLET: Sí, señor, que chupa la autoridad del rey, sus recompensas, sus atribuciones. Pero esos subalternos dan al rey el mejor servicio al final. Los guarda, como un mono, en el rincón de su quijada: lo primero que mastica y lo último que traga; cuando necesita lo que habéis recogido, solo tiene que exprimiros, y vosotros, esponjas, quedáis otra vez secos.
    ROSENCRANTZ: No os entiendo, milord.
    HAMLET: Me alegro de ello: los discursos canallas duermen en los oídos necios.
    ROSENCRANTZ: Milord, tenéis que decirnos dónde está el cuerpo, y acompañarnos ante el rey.
    HAMLET: El cuerpo está con el rey, pero el rey no está con el cuerpo. El rey es una cosa…
    ROSENCRANTZ: ¿Una cosa, milord?
    HAMLET: De nada. Llevadme con él. Escóndete, zorro, y todos tras él.»

    Nº de páginas: 360

    Editorial: PENGUIN CLÁSICOS

    Traducción: TOMÁS SEGOVIA

    Idioma: CASTELLANO


    Cosas que leo #32:

    Bajar es lo peor, Mariana Enriquez

    «Empezó a salir el sol y Facundo, que odiaba las madrugadas, bajó las persianas y rechinó los dientes.

    —Se viene, la puta que lo parió, siempre me arrepiento de haber tomado tanto. Bajar es lo peor.

    Narval aprobó: si había algo que los dos odiaban por igual era el amanecer, el rocío todavía flotando, los primeros ruidos, los putos pajaritos cantando, ese calor adormecedor del sol, los camiones que limpiaban la calle, los barrenderos.

    Facundo se acurrucó sobre los almohadones, transpirando y pálido, ignorando el borrachísimo cuerpo de Narval sobre la cama.

    —¿Sabés lo qué siento? Como si estuviera por despegar. Las cosas tiemblan, no las puedo mirar fijo. Me siento un cohete. Siempre me pasa lo mismo.

    —Las cosas no tiemblan —dijo Narval con la voz pastosa y curiosamente aguada—. Vos sos el que temblás. Tomá un trago…»

    Nº de páginas: 280

    Editorial: ANAGRAMA

    Idioma: CASTELLANO


    Cosas que leo #31:

    Hamnet, Maggie O’Farrell

    «Se sienta en la silla buena, la que ofrece su madre a las visitas, a las que llegan sigilosamente a la puerta, generalmente de noche, a hablar en susurros de dolores, de exceso de sangre, de falta de sangre, de sueños, de presagios, de achaques, de dificultades, de amores inoportunos, de augurios, de ciclos lunares, de una liebre que se ha cruzado en su camino, de un pájaro que entró en su casa, de un brazo dormido, de otra parte del cuerpo demasiado despierta, de una erupción, una tos o un pinchazo aquí o allí, en el oído, en la pierna, en los pulmones o en el corazón. La madre escucha con la cabeza agachada, asintiendo, chasqueando la lengua. Después coge la mano y, al mismo tiempo, mira hacia arriba, al techo, al aire, con los ojos desenfocados, entrecerrados…»

    Cada página cuenta. Imprescindible.

    Nº de páginas: 350

    Editorial: LIBROS DEL ASTEROIDE

    Traducción: CONCHA CARDEÑOSO

    Idioma: CASTELLANO


    Cosas que leo #30:

    V DE VENDETTA, Alan Moore y David Lloyd

    Nº de páginas: 288

    Editorial: ECC EDICIONES

    Idioma: CASTELLANO


    Cosas que leo #29:

    A propósito de nada, Woody Allen

    «’No estoy en esto por el dinero, lo hago solo porque me gustan las películas’. Era cierto que yo casi nunca hacía nada, y desde luego nada que me importara, por dinero. Como Jack Rollins decía siempre: ‘No escojas proyectos por el dinero, escoge artísticamente, céntrate en hacer un buen trabajo, y el dinero llegará solo’. Yo no necesitaba que él me dijera eso, pero oírlo de su boca confirmó mi corazonada.»

    Amén, Woody.

    Nº de páginas: 440

    Editorial: ALIANZA EDITORIAL

    Traducción: EDUARDO HOJMAN

    Idioma: CASTELLANO


    Cosas que leo #28:

    Si te dicen que cai, Juan Marsé

    «En efecto, allí estuvo: qué lata, qué rollo, camarada. De espaldas sobre el colchón días y noches enteras, los ojos en el techo, puestos en el tranquilo avanzar de una telaraña o una grieta, reconstruía las ruinas de este barrio piedra por piedra, olfateaba con la memoria el hambre y la miseria de estas calles, los sueños de los amigos que duermen bajo tierra preñados de engaños y de metralla, la esperanza de libertad todavía insepulta. Al revés que yo, él quería aún recuperar de algún modo la mugre y las barricadas, la sarna y el odio, quería nuevamente quemar los púlpitos y los altares, saquear las villas y los profundos pisos de los ricos y disponer por última vez de la pólvora y el fuego que había de salvarnos…»

    Maravilla absoluta.

    Nº de páginas: 368

    Editorial: PENGUIN RANDOM HOUSE

    Idioma: CASTELLANO


    Cosas que leo #27:

    Alta fidelidad, Nick Hornby

    «En las canciones de Bruce Springsteen o te quedas o y te pudres, o te escapas y te quemas. Eso está bien; por algo es un cantautor y necesita opciones así de simples para sus canciones. En cambio, nadie ha escrito nunca en una canción que es posible escapar y pudrirse: hay fugas en las que te sale el tiro por la culata, y también te puedes ir de la periferia para vivir en la ciudad, para terminar llevando una vida periférica, suburbana y arrastrada de todos modos. Eso es lo que me pasó a mí; o es lo que le pasa a casi todo el mundo…»

    Nº de páginas: 357

    Editorial: ANAGRAMA

    Traducción: MIGUEL MARTÍNEZ-LAGE

    Idioma: CASTELLANO

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