
Tercera re lectura de esta maravilla y todavía no se me ha pegado nada… En ningún caso es culpa del libro, que es imprescindible.
Nº de páginas: 320
Editorial: DEBOLSILLO
Traducción: JOFRE HOMEDES BEUTNAGEL
Idioma: CASTELLANO
guionista
Cosas que leo #55:
Mientras escribo, Stephen KingTercera re lectura de esta maravilla y todavía no se me ha pegado nada… En ningún caso es culpa del libro, que es imprescindible.
Nº de páginas: 320
Editorial: DEBOLSILLO
Traducción: JOFRE HOMEDES BEUTNAGEL
Idioma: CASTELLANO
Cosas que leo #48:
Vengo de ese miedo, Miguel Ángel Oeste«No tengo claro qué voy a contar ni cómo voy a hacerlo. No he diseñado ninguna estructura ni he compuesto una cronología. Simplemente escribo buscando explicaciones, pese a que cuando uno escribe suele terminar descubriendo que solo ha conseguido multiplicar las preguntas…»
Nº de páginas: 304
Editorial: TUSQUETS
Idioma: CASTELLANO
Cosas que leo #38:
Proletaria consentida, Laura Carneros«La muerte del abuelo nos dejó abatidos y más pobres. Con la pensión pagaba la luz, el agua y el cupón de los viernes. Quería ganar la lotería, como todos los viejos. Invertía tres euros a la semana como penitencia, para sobrellevar la culpa de no ser rico. Tenía pensado cómo repartir lo que no tenía. De sus poemas no se preocupó y ahora sus nietos codiciamos en silencio un montón de papeles, mecanografiados y con faltas de ortografía. Pensaba que serían para mó. pero yo lo que tengo son sus cejas de buho… »
Nº de páginas: 160
Editorial: CABALLO DE TROYA
Idioma: CASTELLANO
Cosas que leo #29:
A propósito de nada, Woody Allen«’No estoy en esto por el dinero, lo hago solo porque me gustan las películas’. Era cierto que yo casi nunca hacía nada, y desde luego nada que me importara, por dinero. Como Jack Rollins decía siempre: ‘No escojas proyectos por el dinero, escoge artísticamente, céntrate en hacer un buen trabajo, y el dinero llegará solo’. Yo no necesitaba que él me dijera eso, pero oírlo de su boca confirmó mi corazonada.»
Amén, Woody.
Nº de páginas: 440
Editorial: ALIANZA EDITORIAL
Traducción: EDUARDO HOJMAN
Idioma: CASTELLANO
Cosas que leo #26:
Diarios * A ratos perdidos 1 y 2, Rafael Chirbes«17 de julio
El trabajo de escrito es escribir, esa es su especialidad, su profesión. Pero para escribir necesita tener algo que contar, como para ser carpinterio, además de un baco y un instrumental, necesitas una provisión de madera: ¿Te extrañas de tu sufrimiento suplementario? Ese es tu quehacer. Mientras los demás llevan adelante sus trabajos, están pendientes de sus tareas, tú chapoteas en el laboratorio de los sentimientos, eso que antes llamaban el espíritu, o el alma, y tú ya no te atreves a llamar de ninguna manera (es tu almacén, tu provisión de madera). Ese es el oficio de escritor, su extraña forma de vida. Ahí está la fascinación que provoca en los lectores su trabajo: la profesión de escritor nos convierte en paquetes de la juguetería espiritual del lector. En eso se funda también la desconfianza, la inconsciente antipatía (disfrazada de admiración) que provoca el escritor, al que se honra como se honra a los muertos, por precaución, para que no salgan de su tumba a pedirnos cuentas. En el escritor hay una molesta mirada de cazador, de avez rapaz, a la que no pocas veces acompañan el cinismo y la vanidad: cierto ilusorio orgullo de propietario de los mecanismos ajenos, de chamán, de gurú, de brujo, que lo vuelve desagradable, no pocas veces inmoral (la realidad carece de ética, la verdad desconoce la ética, es un acto de volición). Solo un código piadoso puede permitirnos contraprestar estos lastres. Sin la piedad, el escritor puede convertirse en un peligro público y —en lo privado— en un miserable. Como el psicoanalista, como el político, seres que en su chisporroteo se travisten de benefactores a canallas, y vuelta…»
Nº de páginas: 465
Editorial: ANAGRAMA
Prólogo: MARTA SANZ y FERNANDO VALLS
Idioma: CASTELLANO
Cosas que leo #25:
Spanish Beauty, Esther García Llovet«—¿Tiene novia?
Michela se levantó de pronto. Cogió el cinturón donde van colocados todos los aparejos propios de su profesión:pistola, porra, walkie. Se levantó porque había tenido una idea, se le había ocurrido algo al ver una gran mancha de aceite en medio del aparcamiento donde dos camioneros estaban empezando una pelea a puñetazo limpio.
—En Rostov tiene una novia que le manda vídeos guarros de vez en cuando, pero menos de los que querría.
—Aquí no tiene a nadie, entonces.
Oliver negó con la cabeza. Se ajustó la gorra de lana, verde. Miró su reflejo en el ventanal.
—Dice que melancolía es todo lo que no se hace.
—Qué bonito.»
Nº de páginas: 136
Editorial: ANAGRAMA
Idioma: CASTELLANO
Cosas que leo #24:
Abducciones: cinco obras, Pablo RemónCreo que tiene el mejor prólogo que he leído nunca. Lo pongo mucho en las clases:
«Mi abuelo me lleva a ver un pájaro.
No es un pájaro: es un péndulo. De madera, con el pico forrado de terciopelo. Oscila arriba y abajo, cada vez más cerca de un vaso de agua. Un reclamo en el escaparate de una juguetería.
Mi abuelo me lleva a verlo y yo lo miro a través del cristal. Miro cómo el pico está cada vez más cerca del agua, hasta que por fin la toca y el terciopelo se oscurece, y por arte de magia el pájaro parece beber.
Entonces deshace el camino. Se aleja hasta volver al principio. Tarda un par de minutos, tres. Yo no aparto los ojos. Sé lo que va a pasar, pero no me importa. Mi abuelo me trae cada tarde porque yo se lo pido.
No me interesan los pájaros de verdad. He visto las patas rosadas de las palomas. Hinchadas, deformes. Solo este me gusta: este que no come, no vuela, no canta, no hace nada más que beber y ni siquiera bebe, porque el agua del vaso no baja. Y, sin embargo, cada vez que llega el momento y el pájaro parece beber, yo miro a mi abuelo y mi abuelo me mira. ¿Qué podemos hacer?
Los dos sabemos: es mentira, pero queremos más.
30 de abril de 2018
Pablo Remón»
Nº de páginas: 462
Editorial: LA UÑA ROTA EDICIONES
Idioma: CASTELLANO
Cosas que leo #20:
Conversaciones con Billy Wilder, Cameron CroweConsejos de Wilder a los guiosnitas:
Nº de páginas: 456
Editorial: Alianza Editorial
Traductor: María Luisa Rodríguez Tapia
Cosas que leo #17:
Rompepistas, Kiko Amat«Porque somos los chicos con botas, somos las ratas con botas, duros como clavos, a veces hay que agachar la cabeza para no romperse, y somos los irrompibles, somos la arrogancia original, borrachos y orgullosos, pisando cascos rotos, los culos contra la pared, sin futuro y sin modales, carne de cañón. Cornellà, Santako, L’Hospi, Bellvitge, Castefa, Viladecans, Gavà, Sant Boi, La Cope, feas las esquinas y más dura será la caída, cayendo, cayendo, siempre cayendo, cayendo y riendo, haciendo la conga en la cola del INEM, de aquellos polvos vienen estos lodos, sólo que aquí polvos hemos visto pocos y el lodo nos llega ya hasta el cuello, de cara a la pared pero sin libros en las manos, no nos dio tiempo a querer ser alguien, nadie te cuenta nunca cómo se sale de aquí, ¿Hay alguna manera de salir de aquí?, primero deletrea u-n-i-v-e-r-s-i-d-a-d si tienes huevos, oportunidades para estudiar una carrera es lo que no te van a dar (cantaban los Clash), esto es Todos Contra Todos pero nosotros estamos juntos, es lo único que tenemos…»
Nº de páginas: 320
Editorial: ANAGRAMA
Idioma: CASTELLANO
Cosas que leo #16:
Stop-Time, Frank Conroy«Por una vez me alegró estar tan flaco. Primero metí los brazos y luego la cabeza, de lado, pero tuve que sacarla enseguida porque me di cuenta de que así no iba a conseguir entrar. Respiré hondo varias veces y después pasé la cabeza y luego traté de encajar los hombros, primero uno y luego el otro. Me eché a reír cuando vi que de esa forma sí que podía colarme, y sentí que había hecho un descubrimiento esencial sobre mis movimientos corporales al notar el cambio repentino de sensaciones desde el impulso que logró introducir la parte delantera de mi cuerpo hasta el tirón que intentaba meter la de atrás. Ahora tenía los brazos libres y me había quedado colgado por la cintura, cabeza abajo, dentro de la habitación. Mis piernas, al otro lado de la puerta, se elevaron desde el respaldo de la silla. Sin dejar de reírme, retorcí el resto del cuerpo hasta que logré colarme del todo y caí de cabeza al suelo. Casi no noté el dolor. (No fue mucho peor que, quince años más tarde, el mordisco de una mujer en el brazo.) Fui pavoneándome hasta el armario, abría la puerta y sonreí al ver el dinero. Cogí setenta centavos seleccionando muy bien las monedas, cerré el armario y el montante, salí por la puerta y me fui al cine…»
Nº de páginas: 424
Editorial: LIBROS DEL ASTEROIDE
Idioma: CASTELLANO
Traductor: Eduardo Jordá
Prólogo: Rodrigo Fresán